Este año las plañideras se marcharon a casa muy decepcionadas.
Carmen, Francisca y Custodia participan desde hace años en este
especial homenaje que se hace para despedir el Carnaval. Pero ayer
las obras que se están llevando a cabo en Vara de Rey impidieron
que se celebrase allí el teatral y sentido velatorio y tampoco hubo
procesión hasta el puerto de Eivissa. «Hago esto porque me divierto
mucho, pero este año no me ha gustado», decía Francisca. «Yo no sé
si participaré el año que viene», añadía Carmen.
Muchos asistentes a la fiesta que ayer se celebró en el puerto de
Eivissa se preguntaban si iba arder la sardina. Pero finalmente
este año todos se quedaron sin ver las llamas porque, según explicó
la concejala del Ayuntamiento de Eivissa Sandra Mayans, «la
previsión de fuertes vientos ha impedido que se pudiese hacer».
Como comentaba uno de los presentes, «este año le han perdonado la
vida».
Otro de los cambios que sufrió el programa tuvo que ver con la
comida. Las sardinas tuvieron que ser sustituidas por la carne
porque la marejada que se ha registrado durante los últimos días ha
impedido a los barcos salir a faenar y el consistorio no ha podido
conseguir existencias. Con perdón de la Cuaresma todos saborearon
los 400 kilogramos de panceta, costilla de cerdo, sobrasada y
butifarra. Todo ello acompañado con pan y con vino. Quienes sí
pudieron mantener sus planes en ese Miércoles de Ceniza fueron los
integrantes de la plataforma contra la autopista, que estuvieron
recogiendo firmas.
Sara Yturriaga
La sardina se salva de la hoguera
El entierro de la sardina se vio ayer frustrado porque la previsión de fuertes vientos impidió que la quemasen en la tradicional hoguera