Mientras aquí anochecía en Campeche todo estaba listo para celebrar el hermanamiento entre esta ciudad mexicana situada en la Península de Yucatán y Eivissa. Las siete horas que marcan la diferencia horaria no han impedido que desde aquí se hayan seguido con interés todas las actividades organizadas con motivo del hermanamiento. El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y la concejala de Cultura, Lurdes Costa, se encuentran todavía en América, donde el gobierno municipal, presidido por Fernando Ortega, les ha recibido con los brazos abiertos.
Al acto celebrado el pasado lunes también asistieron el gobernador del Estado de Campeche, Jorge Carlos Hurtado, y la especialista de la Unesco por América Latina, Nuria Sanz. El vínculo que se ha formalizado entre estas dos localidades es el primero que surge entre dos ciudades Patrimonio de la Humanidad ubicadas en Europa y América, un detalle que ha gustado mucho a la Unesco. Fue precisamente en 1999, en Marraquech, cuando nacieron las primeras conversaciones entre las respectivas autoridades, un diálogo que ha culminado esta semana al otro lado del Atlántico.
Los himnos de las dos ciudades (el de Campeche interpretado por una banda y el de Eivissa grabado) sonaron en el claustro del Ayuntamiento de la ciudad amurallada y a continuación los dos alcaldes ofrecieron un discurso. «La ciudad se ha volcado con un acto muy protocolario al que no estamos acostumbrados», comentaba el alcalde de Eivissa, quien se mostraba sorprendido por el número de autoridades, tanto regionales y nacionales, presentes. Durante su discurso Tarrés se refirió a las similitudes existentes entre las dos ciudades, ambas costeras, amuralladas y puntos de atraque esenciales en las rutas marítimas. «Campeche tiene muchas posibilidades turísticas y el gobierno quiere que México explote su cultura y no sólo destinos como Cancún». Por su parte, Ortega se remontó a 500 años atrás, cuando este destino fue conquistado por los españoles y comenzó a padecer unos problemas que ya conocía la isla española. Según el primer edil, desde que en 1517 los barcos españoles llegaron a la localidad «apareció también un mundo nuevo que se fusionó con la cultura maya, enriqueciéndola todavía más». Tampoco se olvidó de manifestar al alcalde ibicenco el pésame por los atentados perpetrados en Madrid el pasado jueves. La ceremonia finalizó con la firma de Xico Tarrés y Lurdes Costa en el libro de visitantes ilustres de la ciudad y con una exhibición de bailes típicos de la zona. Sara Yturriaga