El Ayuntamiento de Eivissa se dirigirá por carta al Govern balear para solicitarle que elabore una ley que permita a la administración municipal otorgar licencias de taxis temporales ya que el Consistorio no tiene competencias para hacerlo. La decisión la adoptó ayer la Mesa del Taxi con el fin de hacer frente al problema de la falta de taxis que se produce en los meses de temporada turística, especialmente en julio y agosto. El primer teniente de alcalde, Pedro Campillo, explicó que el Ayuntamiento ha tomado como modelo la comunidad de Catalunya, que dispone de una ley que permite «en sus zonas turísticas poder dar más licencias en las épocas donde se producen picos de demanda». El concejal explicó que todavía no se ha determinado el número de licencias que serían necesarias y aseguró que con toda probabilidad no será hasta el verano del año próximo cuando se pueda conseguir dar solución a este problema.
Por otra parte, durante el encuentro de ayer Campillo expuso la intención del Consistorio de otorgar en torno a 10 licencias generales de taxi en los próximos tres años «conforme se vayan evaluando y corrigiendo los errores que tenemos en el servicio». De este número, dos serán para vehículos adaptados a personas discapacitadas. Actualmente, en el municipio hay concedidas 110 licencias, el número más elevado de todas las Pitiüses, aunque estos taxis, recordó el primer teniente de alcalde, «están dando servicio a zonas que están fuera de Eivissa como Jesús, Puig d'en Valls o Sant Rafel».
La Mesa del Taxi también abordó la problemática de los taxis pirata. Campillo reconoció las dificultades para hacer frente a esta situación. El Ayuntamiento de Eivissa tiene la intención de tratar este asunto con el Consell Insular para buscar una fórmula adecuada para acabar con este problema.
Otro de los temas que se trató en la reunión es la reforma de la parada de Bartolomé Rosselló. La Asociación de Taxistas Asalariados propuso al Consistorio que se introduzcan una serie de modificaciones que permitan «llevar un mejor orden y evitar los problemas de tráfico en la zona», según explicó Campillo. La idea de los taxistas es que se alargue la parada y se coloque un bordillo que la separe de la calzada. El Ayuntamiento valoró de forma positiva el proyecto propuesto y explicó que estudiará su viabilidad junto con la Policía Local.