Los alumnos del curso 1979-80, es decir, aquellos que hoy rondan la
treintena, formaron parte de la promoción que estrenó el instituto
Blanca Dona hace ahora 25 años. Hoy los protagonistas son otros.
Los más de 700 estudiantes que cursan actualmente en las aulas de
este centro situado en la carretera de Sant Antoni han relevado a
las anteriores generaciones y han organizado, con ayuda de todos
los profesores, la fiesta que hoy conmemorará este primer gran
aniversario.
Las imágenes hablan por si solas y a través de ellas se puede
apreciar cómo han cambiado los alrededores del centro, donde hace
un cuarto de siglo había poco más que una casa y varios terrenos
desprovistos de construcciones. Hoy la carretera de Sant Antoni
llega hasta la misma valla del recinto escolar, aquella solitaria
casa ha desaparecido y varias empresas así como un polideportivo
rodean el instituto.
Esperança Marí es, desde hace dos años, la directora del Instituto
de Enseñanza Secundaria sa Blanca Dona, que ha estado dirigido por
otros docentes como Gabriel Sorà, Andreu Sunyer, Bernat Joan,
Mariano Aguirre, Catalina Ribas, Josep Marí, Fina Matutes, Luis
Ruiz, Neus Torres y Sabino Bautista. «Cuando se abrió sólo existía
el instituto Santa Maria y el Isidor Macabich, de Formación
Profesional -rememora la directora-, y a partir de entonces aquí se
trasladaron alumnos de toda la isla mientras que a Santa Maria
acudían los de la ciudad». Actualmente a sa Blanca Dona acuden
alumnos de los barrios de la ciudad de Eivissa y de su extrarradio,
y además de la enseñanza secundaria y del bachillerato se imparten
ciclos formativos de Administración y Finanzas y de Comercio.
También por las tardes acoge las clases de la Escuela Oficial de
Idiomas.
En el solar donde hoy se levanta el centro educativo se
encontraba antiguamente la necrópolis de Blanca Dona.
Posteriormente, en la década de los 60, se instalaron en ese mismo
lugar los barracones militares. «Durante los primeros años llegaron
a matricularse hasta 950 alumnos, unos cuarenta por clase», comenta
Esperança Marí. Hoy, después de varias ampliaciones, esa cifra se
ha rebajado en unos 200 estudiantes. Los tiempos han cambiado pero
los problemas siguen siendo los de siempre, «la masificación y la
falta de material». La actual directora se muestra satisfecha del
presente de este centro y únicamente pide mejoras en el sistema
eléctrico (el mismo desde hace 25 años) y en el mantenimiento del
edificio. Hoy la jornada comenzará con una gimcana fotográfica,
habrá múltiples talleres, actividades deportivas y un concierto a
partir de las 12,00 horas.
Sara Yturriaga