El próximo sábado 3 de abril Iván y Trinidad, dos jóvenes ibicencos, pasarán por la vicaría, se convertirán en marido y mujer y dejarán atrás sus años de soltería. Todo está listo y atado para que la ceremonia se celebre en la parroquia de Sant Carles, pero antes de que llegue ese importante día existe un preludio por el que pasan la mayor parte de los novios. Se trata de una ceremonia mucho menos oficial y sí bastante más irreverente e imprevisible que todos los acontecimientos que se sucederán después, aunque también es cierto que estas despedidas están asimismo sujetas a una serie de convenciones. Es habitual que los grupos que las celebran se disfracen, que durante la noche se viva alguna que otra escena 'inconfesable' y que, en el caso de ellas, en algún momento haga su aparición la figura destripper.
Las amigas íntimas de Trini le organizaron el pasado sábado una
velada inolvidable. El lugar escogido para cenar fue el restaurante
sa Gavina, en la zona de ses Figueretes, y la agencia a la que
recurrieron para montar la fiesta, Party Planet. Raquel Esteban
está al frente de esta empresa que organiza eventos muy dispares y
que en el caso de las despedidas de solteros ofrece varios
espectáculos diferentes según las preferencias de cada grupo. «Es
difícil poner de acuerdo a un grupo de mujeres tan numeroso, porque
aunque siempre hay un grupo central de amigas que quieren hacer lo
mismo, habitualmente se suma a la fiesta la futura suegra o cuñada
y las cosas cambian», explica la experta. Por eso en Party Planet
ofrece la posibilidad de elegir el paquete completo, que incluye
desde el menú del restaurante que sea más adecuado, el servicio de
autobús (en su defecto limousina o carros de caballos) y varios
shows. «Puedo interpretar el personaje de doña Gertrudis, la
vendedora Avon o el anillo, que es el más surrealista, aunque he
llegado a hacer de teletubbie a petición de los amigos», cuenta
Raquel. Además, esta animadora cuenta con varios colaboradores como
es estripper o un dragqueen. La noche empieza a despuntar y en el
reservado del restaurante se reúnen una quincena de chicas
disfrazadas de piratas y acompañadas esta vez por la suegra y la
madre de la novia. Cuando ya pasa más de media hora de la
medianoche y el establecimiento empieza a vaciarse comienza
realmente el espectáculo. A estas alturas las invitadas han
saboreado un completo menú de degustación y se encuentran relajadas
y con ganas de pasarlo bien. Es entonces cuando, micrófono en mano,
hace su aparición doña Gertrudis, una vieja y escandalosa cocinera
que viene a poner a prueba los conocimientos de las jovencitas
sobre el que, según asegura Raquel Esteban, es el tema central de
toda despedida: el sexo. Entre la retahíla de chistes picantes que
siempre aluden a la protagonista este personaje hace reír a todos
los comensales con juegos como el de confeccionarse trajes de novia
con papel de water o hacer la conga al ritmo del «Papi chulo». En
otro momento la novia también se ve obligada a contestar a un
divertido cuestionario en el que dona Gertrudis indaga en las
intimidades de la pareja.
«Nos suelen llamar más chicas que chicos porque ellos normalmente
tienen claro que, aunque no sea para hacer nada, tiene que acabar
en un bar de alterne -explica Raquel-, en cambio ellas lo único que
buscan es reírse». Durante todos los años que lleva trabajando en
despedidas de solteros la directora de Party Planet ha sido testigo
de innumerables anécdotas; y es que las fiestas se convierten a
veces en escenas dignas de una película de enredos. «Una vez
secuestraron al novio en Valencia y lo trajeron a Eivissa donde
nosotros les habíamos organizado todos los servicios -relata
Raquel-, durante la cena había camareros que no sabían servir y le
tiraban los tejos al novio, y después acabaron dejándole solo en
una carretera hasta que aparecía un extraño payés con un carro que
le ofrecía alquilárselo a cambio de algo de su ropa». En otra
ocasión Raquel Esteban y el chico que se encarga de los striptease
interpretaban a una pareja que cenaba junto al grupo. «Él empezaba
a tontear con la novia, la seguía al baño y acababa quedando con
ella para luego, por lo que yo le tiraba un vaso de agua y me
marchaba. Imagínate las risas de las amigas y la sorpresa de la
novia que se lo había creído y había aceptado la propuesta».
La llegada de la tarta se convierte en otro de los momentos estelares de la velada. Como no podía ser de otra manera se trata de un enorme pastel en forma de pene que da lugar a divertidos juegos de palabras entre las chicas. A esas alturas la madre y la futura suegra han entrado en el juego y participan en todos los juegos con naturalidad. Después de eso llega el momento más esperado. Se colocan las sillas en fila con un lugar destacado para el de Trinidad, que asimila con humor todas las bromas que le han preparado sus amigas, y aparece el atractivo stripper que conseguirá que se conviertan, durante unos diez minutos, en el centro de las miradas más indiscretas. Finalmente él acabará en paños menores y ella algo más colorada que al comienzo de la cena. Después de un espectáculo como este es de esperar que el grupo ya no pierda el ritmo. Seguro que la noche fue muy larga para todas ellas.Sara Yturriaga