J oan Marí Portes, alias Joan Parreta, uno de los mejores tiradores
de bassetja de todos los tiempos, falleció el pasado sábado en Sant
Agustí, lugar del que era original. Durante gran parte de sus 87
años de vida practicó este deporte de corte rural y local
participando en numerosas fiestas pagesas, en las que siempre
destacó por su destreza y puntería.
En palabras de Pep Ribas, delegado de la Federació Pitiusa de Tir
amb Bassetja, «Parreta destacó más que por su trayectoria deportiva
por su gran talla humana. No era competitivo sino más bien una
persona conformista», dijo el delegado de la Federació Balear de
Tir amb Bassetja que también destacó su participación hasta hace
apenas un par de años en las competiciones locales». «Era la
persona de más edad incluida en la Federació Balear de Tir amb
Bassetja y dentro de todas las federaciones deportivas de Balears
el más veterano», destacó Ribas, gran amigo y admirador del finado
que fue condecorado en vida por el Ayuntamiento de Sant Antoni y
por el Consell Insular por las buenas puntuaciones que conseguía a
menudo en las competiciones locales.
Con la muerte de Joan Parreta desaparece uno de los tiradors amb
bassetja de la generación más veterana de Eivissa.
Esposo, padre y abuelo, Parreta deja en herencia tanto entre sus
dos hijas como entre sus nietos su humanidad y la práctica de sus
hijas, yernos y algún nieto detir amb bassetja.
Pero además de por su destreza deportiva este vecino de Sant Agustí
que se dedicó a explotar sus tierras y que emigró a América trabajó
en la primera gasolinera de Sant Antoni, por lo que ha sido muy
conocido.
La experiencia y la sabiduría acumulada a lo largo de toda una vida
hacían que las competiciones con Joan Parreta se convirtiesen en
reuniones de amigos e intercambios de experiencias. «Las
competiciones eran reuniones de amigos y él las disfrutaba»,
comentó Pep Ribas. E.E.
Filósofo de la 'bassetja'
Con su fallecimiento el 'tir amb bassetja' de las Pitiüses ha perdido uno de sus máximos exponentes de las últimas décadas