T. BLASCO / E. RODRÍGUEZ
Antich no tomará ninguna decisión en solitario y antes de
pronunciarse sobre la propuesta que el jueves le entregó el
presidente Matas (un acuerdo entre tres partidos, PSOE, PP y UM,
para defender ante el futuro Gobierno de España los proyectos del
convenio de carreteras, donde se incluye el desdoblamiento de la
carretera de Sant Antoni, renunciando momentáneamente a la autovía
entre Inca y Manacor), consultará con su partido e intentará
extenderlo a los demás.
Antich no estaba ayer en Palma -acudió a la reunión del Comité Federal socialista- y fue el portavoz adjunto del grupo parlamentario, Francesc Quetglas, quien inició los primeros contactos. Quetglas conversó con dirigentes socialistas de Mallorca, Menorca y Eivissa y llegó a algunas conclusiones: que el PP y UM aprovechan la nueva situación política para «renunciar definitivamente a una autovía que sabían que no se iba a hacer y que no estaba en ningún programa electoral»; que los auténticos interlocutores tienen que ser los gobiernos de España y Balears; que el acuerdo debe extenderse a otros partidos y que debería dar lugar a un debate más profundo sobre los proyectos.