H oy Domingo de Ramos empezamos la Semana Santa llena de actos religiosos que nos traen a todos recuerdos mezclados con cierta añoranza y nostalgia.
Recuerdo en mi infancia que la Semana Santa era una Semana Negra, llena de lutos, rezos,misas, confesiones y procesiones. Mi abuela hasta decía que el cielo se encapotaba en señal de luto eJueves y el Viernes Santo por la conmemoración de la muerte de Cristo. Efectivamente, serían coincidencias, pero esos días aparecían normalmente nublados mientras que eSábado de Gloria y eDomingo de Pascua brillaba un sol resplandeciente.
En el campo la gente vestía de luto. Había rezos en la iglesia y en casa, y un recogimiento y vida silenciosa similar a cuando se está de riguroso luto. Se asistía a unos Vía Crucis que se celebraban alrededor de la iglesia siguiendo un itinerario con cruces, explicando los Misterios y la Pasión del Señor con cantos y rezos en cada Estación.
EDomingo de Ramos la gente va a la iglesia, se bendicen ramos, verdaderas obras de arte especialmente en la iglesia de Jesús. EJueves Santo era el día indicado para visitar todas las capillas, monumentos de las iglesias, y recuerdo que en mi infancia y juventud las señoras iban vestidas de negro con peinetas, mantilla y portaban misales, y los militares, vestidos con el traje de gala, llevaban el brazalete negro.
EViernes Santo era el día de la procesión y los primeros años recuerdo que esta procesión creada por el ilustrísimo canónigo don Isidoro Macabich, los estudiantes que pertenecíamos a la congregación mariana íbamos con unos hachones encendidos en la procesión que se abría con un pelotón de caballería.
Ya de mayor y haciendo el servicio militar en las milicias universitarias de Ibiza, precisamente le tocó a mi compañía el ir en la procesión. Recuerdo este hecho como uno de los ratos más cansados de mi vida.
La procesión, aunque ahora tiene más pasos y cofradías, ha perdido espectacularidad ya que ahora casi no se oyen saetas.