Una muestra de poesías se expuso durante la jornada de ayer en el Hospital Residencia de Asistida de cas Serres.
Esta iniciativa del área de Terapia Ocupacional contó con la participación de más de quince residentes que de forma verbal narraron sus creaciones llenas de vivencias, deseos y recuerdos, transcritas por el personal de la residencia en letras bien grandes para lucirlas en la exposición.
Este es el caso de Francisca Bonet que, vecina de Can Negre, nunca aprendió a leer ni a escribir porque dedicó su vida a cuidar a sus diez hermanos. Hoy, con 93 años, es una activa participante del taller ocupacional de la entidad, además de una entusiasta pintora que ha creado un poema que «sorprende por la glosa que conlleva», según la psicóloga del hospital, Margarita Ferrer. «Una glosa que me viene de mi padre, cuando le escuchaba cantar de pequeña», aseguró Francisca, que, además es la mayor de la residencia y que, junto a sus compañeros de invención, Carmen, Francisca, Lina, José Martí, Susana, Matilde y Josep Buil, han festejado el día del libro escribiendo y rimando al son de la memoria y la experiencia.L.A.