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Un gran boulevar europeo en la isla

Philippe Rotthier propone copiar el modelo de Bruselas para la ampliación de la vía

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El prestigioso arquitecto belga Philippe Rotthier, afincado en la isla desde hace tres décadas, también le ha dado vueltas a la polémica ampliación de la carretera de Sant Antoni. Propone la reconversión de la vía en un gran boulevar, con cuatro carriles y otro exclusivo para bicicletas como los que existen en Bruselas, sin enlaces, túneles ni estructuras que provoquen un impacto. Apuesta principalmente por los espacios verdes, con árboles en todo el perímetro de la vía. Recuerda, además, que antiguamente se podían recorrer los 15 kilómetros que separan Eivissa de Sant Antoni bajo la sombra de los árboles. Rotthier aboga, precisamente, por recuperar esa extensa hilera de árboles y la construcción de una amplia acera junto a la carretera para que los ciudadanos y los turistas pudieran pasear a pie o en bicicleta.

Es una idea más, otra propuesta. Rotthier se opone al derrumbe de viejas estructuras existentes y plantea en el Taller d'Estudis de l'Hàbitat Pitiús, fundado por él, ideas para reconvertirlas para nuevos usos. Este periódico ha publicado, por ejemplo, los dibujos de las alternativas a la demolición de la plaza de toros, la discoteca Idea, en Sant Antoni, o las ruinas de Cala d'en Serra. Rotthier rechaza tajantemente tanto el último proyecto presentado para la carretera de Sant Antoni como el nuevo acceso al aeropuerto. «En la isla no hace falta ninguna vía rápida», dice. Piensa, además, que el modelo planteado «no será más seguro porque incita a ir a una mayor velocidad». Propone que el tramo de Eivissa a Sant Rafel se trate como una zona semiurbana, con la construcción del gran boulevar con rotondas, donde el límite de velocidad se fije en 50-60 km/h.

Apunta en este sentido, a modo de ejemplo, que en la isla turística de Tahití, donde se concentran 160.000 habitantes aproximadamente, no hay grandes carreteras y se prohíbe circular por encima de los 60 km/h. «Allí uno puede disfrutar del paisaje», dice. Para Rotthier, la construcción de cuatro carriles no implica que los vehículos tengan que ir más rápido. El tramo Sant Rafel-Sant Antoni es rural para Rotthier y, por tanto, lo dejaría igual. Sólo haría actuaciones concretas para resolver los problemas puntuales.

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