Dicen que nunca segundas partes fueron buenas y yo, que creo mucho en los refranes, me he sentido un poco obligado y forzado a escribir esta segunda crónica sobre el Fomento de Turismo debido a una serie de preguntas que se me han hecho con motivo de la aparición de mi anterior escrito. Algunas personas me han pedido que explique lo que hizo esta sociedad durante los años a los que hacía referencia y, cuando se tira de la manta, ya se sabe, siempre salen algunas cosas.
Sólo voy a intentar dar una lista, no completa, para los curiosos, de las actividades que se realizaron mientras yo, junto con otros, participábamos aportando nuestro pequeño grano de arena a los trabajos que se desarrollaron mientras fui socio activo. Por supuesto, lo que se hizo después lo conocen mejor los que nos siguieron y lo que se hizo antes, los que nos precedieron. Hoy me refiero solamente a las actividades paralelas o complementarias, pues las propias y prioritarias por las cuales se fundó la sociedad son de sobra conocidas.
Unos cuantos socios, quizá adelantándonos en el momento aquel, pensábamos que a los turistas que nos visitaban, igual que cuando salimos nosotros de viaje, les gustaban ver algo más que paisaje, playa y buen clima; también que se puede promocionar un sitio turísticamente a través de su cultura y que ciertas actividades producen mucha y buena prensa, así que nos lanzamos a crear ideas y actividades, algunas de las cuales perviven todavía.
En el seno del Fomento nacieron multitud de actos, algunos de los cuales me quedaron en el tintero, pues la memoria a veces falla, pero recuerdo perfectamente el Festival de Música Grundig, con una serie de conciertos y galas con personajes famosos como Salomé y clausurado por el mismísimo ministro Manuel Fraga con un concierto de los famosísimos Nina y Frederick; nacimiento de la Moda Adlib, de todos conocida, que después de 30 años todavía persiste a trancas y barrancas y que ha tenido gran repercusión a nivel nacional e internacional; las «Semanas Culturales», dedicadas a temas monográficos en las que a lo largo de 10 años se dieron conferencias, representaciones teatrales, conciertos, proyecciones cinematográficas, exposiciones que llenaron las páginas de los periódicos; los «Encuentros Culturales», con conferenciantes de la categoría de Camilo José Cela, Antonio Gala o Juan Luis Cebrián, o los «Encuentros con la Naturaleza», donde desde el Fomento se establecieron direcciones y programas que hoy en día están entre los propósitos de verdes y ecologistas y que, en mayor o menor escala, aparecen defendidos en el ancho abanico de los partidos políticos. También nacieron en la isla la fiesta del Día del Turista, donde se agasaja a nuestros visitantes y que todavía persiste; la elección de «Miss Turismo», donde cada hotel elegía su miss y a continuación venía la gran fiesta para elegir entre todas ellas la «Miss Turismo de Ibiza y Formentera», con unos jurados que eran un auténtico lujo, entre ellos Úrsula Andress, Jean Pierre Aumont y Diana Rigg; la creación de «Plaça d'Art», plataforma para lanzar la artesanía que todavía continúa y con buena salud, por cierto; Los «Encuentros cinematográficos», por donde pasaron directores y actores, entre otros, Antonio Ferrandis, Ana Belén, Norma Duval y Victoria Vera; un Festival de Ballet, nada más y nada menos que con la compañía de Maurice Bejart; y varios encuentros de países del Mediterráneo, con su folklore, gastronomía y exposiciones a los que asistieron Francia, Italia, Grecia, Turquía, Túnez y Marruecos. Y, por haber, hasta hubo un «Congreso de Astrología».