La producción de almendra en Eivissa descenderá este año respecto al anterior, al igual que en casi toda España, a causa de las heladas de febrero. Así lo aseguró ayer a este periódico Pere Prats, responsable de la Cooperativa Agraria de Sant Antoni, que comercializa la cosecha de casi 200 fincas agrícolas de toda la isla. La recolección de almendras se inicia en septiembre. El descenso previsto por la Cooperativa Agraria de Sant Antoni contrasta con los datos facilitados por la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) que calcula que la producción de almendra en Baleares se multiplicará casi por cuatro en esta campaña, y podría alcanzar 2.100 toneladas. En cambio, la cosecha descenderá un 62,5 por ciento a nivel nacional, hasta 11.100 toneladas, debido también a las heladas registradas en las principales zonas productoras los pasados meses de enero y febrero, según informa la agencia EFE.
Prats explica que le fuerte descenso de las temperaturas registrado en febrero afectó seriamente al fruto de la almendra, muy pequeño aún en esta época del año, o directamente a la flor, lo que repercutirá notablemente en el descenso de la cosecha. El año pasado la cooperativa sacó al mercado (Mallorca y distintos puntos de la península) un volumen de 100 toneladas de almendra, que Prats califica de «normal» después de cuatro años de sequía. «En verano hizo mucha calor, pero también llovió mucho en invierno», recuerda Prats.
El descenso en la producción de almendra superará el 75 por ciento en la Comunidad Valenciana, estableciéndose en 1.350 toneladas, aunque alcanzará el 100 por cien en algunas comarcas de Castellón, especialmente afectadas por las bajas temperaturas. En Murcia y Aragón, la producción también registrará un descenso de más del 75 por ciento, hasta 2.000 y 800 toneladas, respectivamente, mientras que en Andalucía y Cataluña disminuirá un 71 por ciento estableciéndose en 2.100 y 1.000 toneladas, en cada caso. En Castilla-La Mancha, se prevé un descenso de sólo el 25 por ciento, con 1.250 toneladas. Por su parte, la producción se mantendrá en La Rioja y Navarra en torno a las 250 y 100 toneladas, respectivamente, de acuerdo a los cálculos de CCAE, que califica la campaña de «desastrosa».