El alcalde de Sant Antoni, José Sala, reconoció ayer la existencia de bares que ofrecen a sus clientes el 'todo incluido', una nueva modalidad que viene a sustituir a los 'pub crawls', una práctica a la que, explicó, el Ayuntamiento había conseguido poner coto este año. El primer edil aseguró que el Consistorio tomará todas las medidas que sean necesarias para acabar con este nuevo problema y «tratará de involucrar al Consell para que intervenga dentro de su competencia a través del reglamento de actividades clasificadas y espectáculos».
Precisamente la pasada semana los representantes del sector de la restauración de las Balears alertaron de la existencia en Sant Antoni de hasta tres bares que ofrecían el 'todo incluido'. Esta práctica permite tomar todas las consumiciones que quieran a sus clientes, que disponen de una pulsera u otro tipo de identificativo por el que pagan una cantidad determinada. Según los restauradores, los productos, absolutamente legales, son de baja calidad.
Por otra parte, el 'todo incluido' que ofrecen muchos hoteles de las Pitiüses preocupa también a los comerciantes. La Asociación de Comercio de la Pimeef manifestó ayer la necesidad de corregir esta práctica que es «pan para hoy y hambre para mañana». El sector criticó la baja calidad del servicio ofertado a través de esta modalidad y reclamó que se «incremente la presión fiscal» a los establecimientos hosteleros de 'todo incluido' ya que producen un mayor cantidad de basuras, una medida que ya adoptó recientemente la administración municipal de Sant Joan. Asimismo, los comerciantes manifestaron su preocupación por «el escaso poder adquisitivo de los turistas que llegan a la isla» y «el evidente bajón turístico».