Vicent Serra, conseller de Bienestar Social de Eivissa, es donante de sangre desde que estudiaba en Medicina en Valencia. «Había un accidente y nos decían que necesitaban 0 negativos con urgencia e íbamos a donar sangre», recordaba ayer, tendido en la camilla de la unidad móvil instalada en el Paseo Vara de Rey de Eivissa.
Ayer no había una urgencia, pero Vicent Serra, donante habitual desde su época estudiantil, adelantó su donación periódica, prevista el próximo martes, para animar a la población a que donara sangre aprovechando que la unidad móvil se ha desplazado a Eivissa esta semana para aumentar las reservas de sangre, ya que en temporada siempre hay dificultades en las extracciones ante el crecimiento de población que registra las islas en verano con lo que se ha de recurrir a otras comunidades.
Los resultados de esta semana han sido flojos: el lunes y el martes, en Sant Antoni, se obtuvieron 31 bolsas; en Santa Eulària, el miércoles, 20; y el jueves, en Eivissa, 18 bolsas. La mayoría de los donantes, aproximadamente un ochenta por ciento, son nuevos.
Esta es la primera vez que la unidad móvil se desplaza a Eivissa en plena temporada turística, pero los resultados no han sido los esperados. «En Eivissa trabaja la gente en hoteles y se pierde el contacto porque viven inmersos en el trabajo. Fuera de temporada hay más trabajo», comentaba ayer Antonio Sepúlveda, presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Eivissa y Formentera. Sepúlveda incidió en la importancia de las reservas de sangre para hacer frente a situaciones de emergencia ya que no se puede hacer uso inmediato de la sangre de una donación hasta que no se analiza. El proceso dura 48 horas.