La alarma cundió ayer al mediodía entre los bañistas de Platja d'en Bossa, que temieron por unos momentos que se repitiera un episodio similar al que se produjo la semana pasada en ses Figueretes, al comprobar que una tubería que llegaba hasta la arena de la playa derramaba agua inundando un buen trecho de playa y llegando hasta el mar. El mal olor que provocaba el vertido hizo temer que se tratara de aguas fecales e inmediatamente se denunciaron lo hechos a la Policía Local de Eivissa que intervino acordonando un tramo de aproximadamente 10 metros alrededor de la tubería, ubicada a altura del hotel Algarb.
Representantes del Ayuntamiento de Eivissa y de la empresa Aqualia se desplazaron inmediatamente hasta la zona y comprobaron que el agua era de pluviales y que, por tanto, al no estar contaminada, no era necesario cerrar la playa a los bañistas. Según explicó el concejal de Medio Ambiente, Juan Rubio, el vertido presumiblemente se había producido porque a esta tubería de pluviales llega el agua de las terrazas y de las piscinas de la zona y según parece, una de ellas se había vaciado esa misma mañana desbordando la tubería.
El edil explicó que para evitar situaciones como la de ayer es necesario que se realice en la zona un emisario, un proyecto que la administración municipal presentó la pasada legislatura a Demarcación de Costas y que tiene la intención de volver a presentar ahora.
Por otra parte, el Consistorio no ha concretado todavía las causas del vertido de aguas fecales que se produjo en ses Figueretes.