J. M. /E. R.
La decisión del Ministerio de Fomento de garantizar el cumplimiento
del convenio de carreteras provocó ayer una nueva «guerra» entre el
Govern y el socialista Francesc Antich, y la crítica unánime de la
izquierda hacia el Gobierno socialista por 'blindar' la
construcción de nuevas autovías en Eivissa y Mallorca.
Desde el PSM-ENE, el portavoz parlamentario, Pere Sampol, acusó al PSOE de cometer «un fraude electoral» al garantizar la construcción de nuevas autopistas. «El PSM-ENE ha hecho el trabajo y el PSOE se llevó los votos con promesas que no cumple», acusó Sampol, quien recordó que los dirigentes socialistas de Balears acudieron a manifestaciones en contra de las autopistas que ahora podrán construirse tras el acuerdo entre el Govern y el Ministerio de Fomento.
Esquerra Unida-Els Verds calificó de «lamentable» que el Gobierno socialista haya permitido mantener el convenio de carreteras y acusó al PSOE de «haber perdido una oportunidad histórica para salvar a las islas del asfalto del PP». La coalición entiende que había argumentos más que suficientes para anular el convenio de carreteras.
Desde el PSOE, su secretario general, Francesc Antich, opinó que todos los proyectos incluidos en el convenio de carreteras son «revisables». Por su parte, el diputado ibicenco Joan Boned, que compareció en rueda de prensa en palma junto a Francesc Antich, indicó que la reunión entre la ministra de Fomento y las conselleras del Govern es «un paso importante» para resolver los proyectos de reforma de las carreteras. Aseguró que los proyectos de autovía de Eivissa se revisarán y que seguramente no habrá ningún inconveniente técnico para reducir al máximo los proyectos y eliminar, por ejemplo, las rotondas elevadas.