Fue a la una de la mañana, justo después del espectáculo de fuegos artificiales del 8 de agosto, cuando personajes de renombre nacional e internacional comenzaron a llegar a la fiesta 'Flower Power ' de Carlos Martorell. Todo un evento VIP que cada verano reúne a los rostros más conocidos del mundo del deporte, el espectáculo y la aristocracia en una fiesta que contó con algo más de 400 invitados. Así, mientras miles de personas se agolpaban en la puerta principal de la discoteca, el acceso por la zona VIP se convertía en un verdadero desfile de rostros popularmente conocidos. Entre ellos se encontraban Antonia Dellate y su hijo Clemente Lecquio; la familia Nieto casi al completo con Angel, Gelete y Fonsi; Alfonso Cortina y su mujer, Mirian Lapique, y Cari Lapique junto a Carlos Goyanes. La esposa de Fernando Fernández Tapia, Nuria Fernández, también asistió al encuentro y lamentó que su marido no hubiera podido acompañarla por un pequeño accidente de navegación.
El internacional relaciones públicas continuó con su costumbre de recibir personalmente a sus invitados, como lo hace cada año, invitándolos a posar para la prensa ante un decorado improvisado con el logo y nombre de la fiesta. De esta forma lo hicieron Ana Aznar y su hermano José María, mientras Alejandro Agag se escabullía por detrás de los periodistas para no ser fotografiado. Sin embargo, no pudo esquivar a las cámaras y con una sonrisa ingresó al recinto junto a la hija del ex presidente.
La aristócrata Cuqui Fierro; la esposa de Niki Lauda, Marlene,
con sus hijos; la viuda de Richard Burton, Sussie Burton; Alicia
Moro y Javier García Obregón, acompañado de su mujer, también
asistieron al evento. Pero la lista no terminó ahí, porque aunque
se hayan escapado de algún objetivo apostado en la puerta, la
actriz Cayetana Guillem Cuervo, la modelo Cristina Piaget y Carles
Sáenz, junto a su mujer, se dejaron seducir nuevamente por el poder
las flores. Entre tanto rostro familiar se encontraban también
personajes desconocidos pero no por ello menos importantes como el
conde de Figols, el marqués del Pozzo y la princesa Dick
Wittgenstein.
Una vez ya estaban todos dentro, cada cual buscó su propia fiesta
tanto en la sala VIP como fue el caso de Agag y Aznar, como en la
pista de baile, como lo hizo Cayetana Guillem Cuervo.La música de
los años setenta no dejó a nadie indiferente en un Pachá a rebosar.
L.Aversa