La mayoría de los usuarios son personas que vienen a trabajar en temporada pero no tienen dinero suficiente para costearse el alquiler de una vivienda. También hay casos pendientes de entrar al centro de baja exigencia de Palma para personas con problemas de drogodependencia.Otros usuarios de este recurso están pendientes de cobrar la renta mínima. También hay personas procedentes de los talleres de Cáritas y de los servicios de orientación laboral del Consell y del Ayuntamiento de Eivissa.
La demanda que se recibe este mes «se sale de la normalidad de otros años, que no superaba las cinco personas, y se esperaba que la tendencia fuera a la baja», aseguraron fuentes municipales. Sin embargo, desde hace dos semanas la demanda no ha bajado de 16 personas al día. En la memoria del albergue de 2003 recoge que agosto es el mes con menos nivel de ocupación, con una media de ocho usuarios al día.
En otros recursos sociales también se ha comprobado cómo la demanda va en aumento este verano, como es el caso del centro de día de Cáritas, que cumplió su primer aniversario el 15 de julio. El centro de día, con 15 plazas, ha pasado de atender a unos cinco usuarios en sus inicios a una media de 12 en la actualidad, aunque en estos últimos días llegan hasta 16 personas. «La tendencia ha ido en aumento», precisa la trabajadora social de Cáritas, Eulalia Chamorro. La mala temporada turística se ve reflejada en recursos como el centro de día e incluso el comedor que estaba ayer casi al completo, algo totalmente insual en estas fechas donde se supone que hay trabajo, incluso para los que vienen de temporada pero la realidad es distinta. «Eivissa es una isla cara y los que vienen acaban en una semana con los pocos recursos que tienen. Caer en la calle es muy fácil, pero no tanto salir de ella», añade la trabajadora social de Cáritas.