Han venido más personas que las que tocaba» o «no hay espacio para
tanta gente» eran las frases que, emocionada, decía Divina Ilustre,
que apostada en la entrada del restaurante Can Truy recogía los
tickets para la cena en beneficio de niñas maltratadas y
abandonadas de Colombia.
El esfuerzo, empeño y vitalidad que la francesa Denise puso estuvo
recompensado con el resultado obtenido: la recaudación alcanzó
cerca de los seis mil euros (5.200 euros de la fiesta más 400 euros
en donaciones). «Estoy muy contenta por la participación de los
ibicencos y quiero agradecerles a ellos y a los quince
colaboradores que me ayudaron a que todo saliera bien; les quiero
dar las gracias también».
La cena fue un éxito rotundo de asistencia. Más de 200 personas (más de las previstas) acudieron a su cita solidaria. Tal fue la afluencia que ni se pudo reservar un espacio para la demostración de baile latino y muchos de los asistentes tuvieron que cenar en mesas acondicionadas en el jardín. La mayoría eran extranjeros residentes en la isla. Por allí se dejaron caer las colonias francesa e inglesa.
El mercadillo agotó todas sus existencias. Satur e Isabel fueron
dos de las muchas personas que compraron algo. Ambas acudieron
porque conocían a Denise: «No podíamos faltar porque algo así se lo
merece. Ideas como estas son importantes y necesarias», dijeron a
este periódico.
Los ibicencos sienten interés por las miserias de otros países y el
martes lo demostraron con todos los honores.
C.V.