El incremento del gasto corriente, al incorporar 240 nuevas plazas a la plantilla del personal, la reducción de las inversiones y la fuerte dependencia a los presupuestos del Estado y del Govern, ya que sólo un 6% son fondos propios, fueron las razones del conseller progresista Joan Boned para rechazar las cuentas y pedir a la consellera de Hacienda que deje el cargo. «Lo mejor que puede hacer es que deje está area porque le viene grande», le espetó Boned a Matutes al asegurar la consellera que estas cuentas «son un ejemplo de previsión en la gestión».
En cuanto al incremento del gasto en un 44% por la incorporación de 240 personas, Boned aseguró que «es injustificable porque no hay ninguna transferencia para juventud y promoción turística» y recordó que sólo 57 son del Patronato de Salud Mental, debido a su disolución el 31 de diciembre. Un total de 141 nuevos puestos, con diferentes periodos de contratación previstos que van desde un mes hasta doce meses, se crean «para cubrir servicios que no pueden quedar desatendidos», explicó la consellera a las preguntas de Boned. Matutes reconoció, además, que sólo se ha aumentado la plantilla en ocho plazas y de las 141 eventuales señaló que «las plazas están creadas, pero eso no quiere decir que se cubran todas». Respecto a las partidas de la CAIB, Matutes recordó que «hasta que el Govern no las apruebe no se aprobarán los convenios».
La consellera justificó el endeudamiento por el anterior gobierno: «Fue Pilar Costa la que pidió el crédito. Pedimos 400.000 euros para amortizar la misma cantidad. No se aumenta la deuda, se mantiene». Boned expresó sus dudas sobre la legalidad de las cuentas: «Piden créditos y bajan las inversiones. Es irregular y debían de ser más cuidadosos con esto», recomendó.