Lo cual indica un no al árbol de Navidad y al Papa Noel.
Considero una pena y lamentable lo que ocurre en nuestro país y por extensión naturalmente en nuestra isla, España tan rica en tradiciones, costumbres y gastronomía vamos copiando los comportamientos y formas de ser de los otros países rechazando todo lo nuestro por considerarlo con un gran complejo inferior y pasado de moda.
Esto se puede apreciar a lo largo del año y a lo ancho de nuestra geografía. El cumpleaños ha sustituido al santo, los nombres que se ponen a los recién nacidos dan vergüenza de puro cursis y horteras recurriendo a artistas, personajes de moda como pueden ser Santa, Marlon, Elvys, Vanessa, Marilin, Aron etc, algunos padres ni si quiera saben pronunciarlos correctamente, pero donde más se aprecia es en las fiestas navideñas donde aparecen Santa Claus, Papa Noel, el árbol de la Navidad y las doce uvas (que espanto) desbancan a la traza de "salsa" y la Misa del Gallo es arrinconada por la pantagruélica cena de Nochebuena.
Pero donde más destaca el cambio es en la confección de los menús con que nos amenazan los restaurantes. Basta ojear la prensa local y ver las ofertas (carísimas por cierto) que se anuncian, siempre unos platos tan sofisticados con unos nombres tan rebuscados y cursis, que yo que llamo al pan, pan y al vino, vino que cuando leo los menús repletos de raros ingredientes con nombres franceses e ingleses no se lo que me llevaré a la boca y la mayoría de las veces ni siquiera después de probarlo, hasta que te viene el «maïtre» (que nombre) o el dueño y con sonrisa de suficiencia académica te explica lo que has comido y sus ingredientes, por no pasar por tonto le agradecen su amable aclaración aunque te quedes más confuso que antes.
Puedes mirar y rebuscar en todos los menús que se anuncian y no encuentras un sólo restaurante (uno sólo) que tenga un menú navideño tradicionalmente ibicenco, no sólo eso que sería pedir demasiado, ni siquiera un plato, como mucho algunos tienen la «osadía» de incluir la «salsa ibicenca» si bien antes de servirla tienen la delicadeza de explicarte los ingredientes que tiene y de advertirte que tal vez no te gustará ¡Todo un detalle!.