El presidente del Consell, Pere Palau, expresó ayer a este periódico su «voluntad» de retirar las vallas de tipo guillotina de las carreteras de las Pitiüses, tal como acordó recientemente la Comisión de Seguridad Vial del Congreso. En concreto, todos los partidos políticos acordaron recientemente instar al Gobierno a que ordene la retirada de estas barreras conocidas por los motoristas como guillotina por el efecto cuchilla que ejercen cuando una persona impacta contra ella a una alta velocidad.
Palau afirmó que no sólo hay voluntad, sino que son «una realidad» las inversiones de la institución para garantizar la seguridad de las carreteras. «Empezamos con las rotondas y los tipos de asfalto y luego sustituiremos o modificaremos las vallas para que no supongan ningún peligro para los motoristas», explicó el presidente, que recordó, en respuesta a la petición del diputado nacional socialista José Ramon Mateos de que se habilite este año una partida económica para ello, que el presupuesto de la institución contempla partidas «de mejora de las carreteras». «Se trata de una cuestión de prioridades», puntualizó.
El presidente aseguró que la institución intervendrá en las vallas instaladas recientemente en las obras de reforma de la carretera de Sant Josep. «Tenemos claro que lo haremos una vez que se acaben las obras. Los servicios técnicos plantean poner otro tipo de vallas homologadas y que no tengan el mismo peligro», dijo.
Reiteró que el Consell no escatimará ni un esfuerzo en dotar de mayor seguridad a la red viaria de las Pitiüses: «Es siempre un dinero muy bien gastado, pero no se puede hacer todo en un año».