«No sólo son edificios altos sino también aquellos que tengan una gran superficie y una cierta entidad», matizó Planas. En este sentido, el Colegio de Arquitectos señala una serie de superficies sobre las que debe recaer una especial atención. En el caso de locales comerciales, se consideran fuera de la normalidad todos aquellos que superen los 10.000 metros cuadrados así como las edificaciones hospitalarias con más de 1.000 metros o los centros docentes de más de 4.000 metros cuadrados. En el caso de viviendas colectivas o establecimientos hoteleros, se opta por establecer una superficie de más de 2.500 metros y los garajes se consideran fuera de lo normal, con lo que necesitarían medidas extremas de seguridad si cuentan con una explanada superior a los 10.000 metros: «Estos parámetros sólo son un indicativo que nos muestra que todas estas superficies deberán tener unas medidas autónomas de detección y combate contra el fuego», explicó a este periódico el presidente del Colegio de Arquitectos de Eivissa y Formentera.
De esta forma, con un listado inicial en el que se debe profundizar más, según Planas, se prevé detectar el número de edificios que puedan encontrarse en una situación difícil: «Es un estudio inicial que servirá de guía». Asimismo, en el listado aparecen sólo todos aquellos edificios construidos a partir de 1986, fecha en la que el colectivo tiene los datos informatizados.
Xavier Planas también destacó que la primera normativa para la prevención de riesgos data de 1982, con lo que muchos de los edificios que no se contemplan en el listado no contarán con medidas suficientes ni autónomas: «Muchos de los edificios construidos antes de 1982 no deben contar con medidas contraincendios».