Sant Josep se pone a partir del próximo viernes la típica nariz de
juguete que distingue a los payasos -en sentido figurado, por
supuesto- para acoger la VI edición de la 'Trobada del Clown' ,
iniciativa en la que colaboran varias instituciones pero que está
promovida principalmente por el Ayuntamiento y la escuela
internacional Bont''s.
Durante tres días, la localidad acogerá a profesionales y alumnos
de la escena cómica que no sólo llegarán desde distintos puntos de
la geografía española, también de países como Italia, Alemania y
Holanda.
Aunque la mayoría de los actos se realizarán en las instalaciones que Bont tiene en Sant Josep y que están destinadas exclusivamente a los inscritos, se han preparado además varias iniciativas abiertas al público en general. Entre ellas destacan las noches de maratón, que se celebrarán en el gimnasio del instituto de l'Urgell, en las que hasta bien entrada la madrugada todo aquel participante que lo desee presentará su número. Éste no puede superar los siete minutos de duración. Si lo hace, y tras dos avisos, al décimo se apagarán las luces del escenario. Este año el festival cuenta con varias novedades, como la presencia de la directora del Festival de Payasos de Andorra, Pepa Plana, y el director del Festiclown de Galicia, Iván Prada. Además, los representantes de Payasos Sin Fronteras mostrarán en vídeo las actividades que han llevado a cabo últimamente para los niños de Sri Lanka tras el tsunami y en Palestina. Además, estarán presentes Marta Carballo, Caroline Dream y la compañía Puntoclown. «Siempre intentamos traer a la isla gente potente, que pueda ofrecer alternativas dentro del mundo del clown», señaló Eric de Bont, que explicó que este año en los cursos se trabajará con tres profesores en grupos de 20 a 25 personas. Estos serán Simon Edwards, que en El arte del ridículo hablará del clown delante de la cámara; Àlex Navarro y Caroline Dream, que se encargarán de dar el curso de iniciación; y el propio Eric de Bont, que con «El clown y el flamenco» mostrará el fracaso de un payaso que quiere cantar con Camarón después de ver al más grande cantaor actuar sobre el escenario. Según Eric, no se trata de parodiar el arte flamenco, todo lo contrario. Lo que se pretende es escenificar la frustración de alguien que no consigue lo que se ha propuesto.
A pesar de la gran cantidad de inscripciones que se han demandado durante el plazo de inscripción, la organización se ha visto obligada a reducir el número a poco más de sesenta. Encarna Castro, regidora de Cultura y Joventut de Sant Josep, asoció esta decisión a la falta de un espacio más grande. No descartó, no obstante, que si con los años el festival sigue creciendo se intente dar un salto en cuanto a recepción de gente, algo que según la organización haría que el evento perdiera ese encanto propiciado por la familiaridad con la que se celebra actualmente. Iván Muñoz