El príncipe Felipe y doña Letizia Ortiz salieron el jueves por la tarde a pasear por Palma. La visita de los príncipes de Asturias a varias tiendas del centro despertó gran revuelo, sobre todo, entre turistas y fotógrafos.
Felipe de Borbón, mucho más bronceado que su esposa, vestía un polo azul celeste, pantalones bermudas beige y unas autóctonas sandalias «porqueres». Letizia lucía su embarazo enfundada en blanco, color de su jersey, chaqueta y zapatos. Llevaba también unos pantalones tejanos de vuelta.
La pareja intentó permanecer ajena a los gritos efusivos de los espontáneos y a los paparazzi que corrían tras sus pasos. Don Felipe se relajó en un momento del paseo bebiéndose una horchata. Doña Letizia, por su parte, prefería mirar hacia otro lado como si nada raro ocurriera. Este recorrido se ha producido un día después de que la Casa Real anunciara la no participación del Príncipe en la Copa del Rey de vela.
La primera parada del Príncipe y su esposa fue en una tienda de ropa de bebé situada en Jaime III. Después visitaron los grandes almacenes de la misma calle. Luego se dirigieron hacia la calle Sant Bartomeu hasta llegar a la Plaça de Cort. Siguieron caminando por la Costa de sa Pols hasta el Born. Su trayecto a pie terminó en las cercanías del Teatro Principal, donde les esperaba el coche.
Decenas de turistas intentaron fotografiar a la pareja, acción que las fuerzas de seguridad se ocupaban de impedir. La mayoría de paseantes se conformaron con verlos pasar por su lado y se congratularon por ello. Un matrimonio mallorquín que se topó con ellos en El Corte Inglés confesó que nunca habían visto a don Felipe y doña Letizia tan de cerca y que había supuesto para ellos un momento inolvidable.
Texto: Marcos Jávega
Fotos: Click / S. Amengual