Los servicios de Inspección de la Conselleria de Turisme han incoado en tres meses, de mayo a julio, 121 actas y expedientes sancionadores por incumplimiento de la actual normativa vigente turística en la oferta de restauración y hotelería de la Isla.
En el mes de mayo se incoaron 37 actas, en junio 48 y el pasado mes de julio, un total de 36. En comparación con el pasado año, la cifra de expedientes ha sido entre un 15 y 20 por ciento mayor. Asimismo, más del 60 por ciento de las actas formalizadas por los inspectores se han realizado en bares, cafeterías y restaurantes por contabilizar ilegalidades. Aquí, se encuadra uno de los objetivos estratégicos de la Conselleria de Turisme para controlar y erradicar toda la oferta turística ilegal existente en Mallorca, ya que en el resto de islas las transferencias en materia de ordenación turística están en manos de los consells insulars de Menorca y Eivissa-Formentera.
El conseller de Turisme, Joan Flaquer, indica que a falta de la tramitación de estos expedientes, «lo que tenemos muy claro es velar por la calidad de la oferta turística existente en Mallorca, para lo cual se han arbitrado todos los mecanismos legales con el fin de erradicar la oferta ilegal existente en restauración y hotelería, así como controlar los nuevos productos turísticos que operan en la Isla, como es el todo incluido».
Trabajo de campo
Para realizar el trabajo de campo, la Dirección General de
Ordenación Turística, a través de los servicios de inspección,
realizaron durante todo el final de la pasada temporada de verano y
en los meses invernales una labor de investigación para detectar
posibles irregularidades, para lo cual se procedió a investigar y
analizar la comercialización de la oferta de alojamiento en todo
tipo de canales, caso de Internet, agencias inmobiliarias, revistas
especializadas, control de folletos de los touroperadores y ofertas
de último momento.
Flaquer puntualiza que «los tres frentes de actuación de los servicios de inspección durante esta campaña de verano se centran en el seguimiento de la oferta de todo incluido y en el control exhaustivo de la oferta de alojamiento turística ilegal, principalmente realizando un seguimiento de aquellos establecimientos que no tienen todos los permisos para operar o han sido dados de baja y siguen comercializando su establecimiento. Los mismos criterios se aplican para la oferta de restauración. Está claro que nuestro objetivo es endurecer al máximo la campaña de inspección contra la oferta turística ilegal».
En el caso del control del «todo incluido», este verano se llevan inspeccionados 78 establecimientos en Mallorca. El sector de la restauración, por su atomización y proliferación, es el que más problemas está acarreando en materia de cumplimiento de la normativa turística en todas las zonas vacacionales de Mallorca. Asimismo, en cuanto a la localización de las ilegalidades detectadas por los servicios de Inspección de Turisme, las mismas son generalizadas en todas las zonas turísticas de Mallorca.