El coordinador general de Esquerra Unida (EU) de les Illes Balears, Miquel Ramon, también ha denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción la destrucción de restos arqueológicos de valor durante las obras de ampliación del segundo cinturón de ronda. Ramon entiende que estos hechos pueden ser constitutivos de un delito contra el patrimonio. Esta nueva denuncia se añade a la presentada hace poco más de una semana en la Fiscalía Anticorrupción por las supuestas corruptelas e irregularidades en la tramitación de los grandes proyectos de carreteras.
EU pide al fiscal Joan Carrau, que es quien dirige este departamento especializado en casos de corrupción, que investigue las anomalías que se han producido en el seguimiento arqueológico de las obras y que supuso el «despido» del equipo que descubrió los primeros hallazgos: una cisterna de época romana y una necrópolis romana compuesta por 22 tumbas. EU recuerda que la directora del seguimiento arqueológico pidió la conservación de la necrópolis, algo que, al aparecer, según explica EU en su denuncia, «no le gustó a la empresa constructora ni al conseller de Patrimoni al Govern balear y que pudo ser la causa de que, posteriormente, fuera sustituida».
No obstante, para EU lo «más grave» ha sido la destrucción de un tramo de 16 metros de un acueducto romano sin ningún control arqueológico previo. Ramon apunta, además, que se pudo haber evitado fácilmente. El valor patrimonial de este acueducto está fuera de toda duda, puesto que el Consell Insular acordó el viernes pasado «la protección del tramo de apenas un metro» que soportó el paso de las máquinas.
Ramon recuerda que este acueducto atraviesa el terreno donde se construye la subestación de GESA y que, en este caso, sí se han tomado todas las medidas necesarias para su conservación.