Los técnicos que el viernes inspeccionaron la zona del corrimiento de sa Caixota constataron, según Josep Lluís Ríos, abogado de los propietarios del Residencial y director de la operación de consolidación y reconstrucción de la ladera, que por el momento, y a pesar de que vuelva a llover, no hay más peligro de movimiento de tierra. El centro regional del Instituto Nacional de Meteorología en Balears informó que hoy está previsto que en Eivissa haya «intervalos nubosos con chubascos débiles, tendiendo por la tarde a cielos muy nubosos y chubascos moderados, acompañados de tormenta». La situación, según informa el servicio de meteorología, «empeorará» a partir de mañana.
En todo caso, Josep Lluís Ríos asegura que, según le informaron los especialistas, la ladera se encuentra fuera de peligro «aunque caiga más agua» porque ya ha cedido «toda la carga inestable de la montaña». La tierra que ha caído montaña abajo, y que el pasado fin de semana se llevó por delante la carretera y arrastró al menos 20 metros dos inmuebles, está asentándose. El deslave se produjo el domingo, pero a lo largo de toda la semana la ladera no ha parado de moverse ni un momento. Basta ver las fotografías del primer día del siniestro para apreciar los cambios que la ladera ha ido sufriendo a lo largo de los últimos siete días.
«Toda la tierra ha caído»
El director de la operación de recuperación de la zona insiste en
que el agua «no se encontrará mucha tierra dispuesta a moverse».
Dice incluso que el agua que pueda precipitarse en los próximos
días «podría servir para que la tierra se asiente». No obstante,
apunta que la situación de la montaña se agravaría en el caso de
que no se actuara en los próximos meses y, mientras, se produjeran
tres o cuatro aguaceros importantes. «En este caso sí podría
producirse una nueva ruptura, pero el viernes ya teníamos claro que
toda la tierra ha caído», dijo Ríos, que, por ello, añade que no
cabe crear ninguna alarma en el caso de que llueva mucho «ni ir a
lo loco a intervenir en la zona».