Eivissa cuenta durante estos días entre sus huéspedes con unos visitantes de excepción. Se trata de los tripulantes de la Marina Francesa que atracaron ayer en el dique de Botafoc a bordo de «Le Surcouf», una fragata perteneciente al ministerio de la defensa de la república vecina. Con base en Toulon, ciudad cercana a Marsella y que es uno de los importantes centros militares del país, la nave permanecerá hasta el próximo lunes en nuestras aguas, en las que se encuentra realizando una escala de rutina. De color gris y sólida pero estilizada figura, esta fragata es la décima de una serie de cinco unidades a las órdenes del ejército francés. Fue construida en 1988, pero hasta 1997 no pasó a realizar las labores para la que fue concebida: preservar los intereses del estado en los espacios marítimos y participar en los conflictos europeos, aunque también puede formar parte de batallones aeronavales gracias a que está equipada con un helicóptero a bordo para dar apoyo en tareas humanitarias o regular el tráfico comercial.
L Surcouf tiene 125 metros de eslora y 15,4 de manga. Con 3.600 toneladas de peso, es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 25 nudos y 50 días de autonomía. Tiene capacidad para 140 tripulantes, más 16 si fuera necesario dar cabida a un comando de élite. Conocida como «la fragata del siglo XXI», cuenta con un avanzado equipamiento electrónico y de comunicaciones: un radar de búsqueda aire-tierra, un radar de navegación, un radar de intercepción y sistemas de transmisión por satélite. 8 misiles mar-mar, dos cañones -uno de 100 y otro de 20 mm-, un sistema de corto alcance y el helicóptero antes mencionado, el Panther, configuran su armamento.
Además de recibir a los cónsules en Eivissa de diversos países, Laurent Caillard, capitán de la fragata, recibió ayer a la prensa al mismo tiempo que a José Tur Olmo, director del fomento del Turismo. Éste le entregó una metopa con el escudo de las Pitiüses, tal y como se hace siempre que un barco de estas características atraca en nuestro puerto: «Para nosotros siempre es muy interesante la visita de un barco de un país amigo, sobre todo cuando viene en son de paz como lo hacen ellos. Estoy seguro de que son unos buenos propagandistas de nuestro turismo, algo que a nosotros nos interesa mucho», señaló José Tur.
Es la primera vez que el comandante visita la isla, la cual esperan conocer en un futuro dado que en esta ocasión no será posible debido a que tendrán que atender las numerosas visitas de cargos políticos programadas. Algo que, sin embargo, si podrán hacer algunos miembros de la tripulación, que no dudaron en preguntar a los periodistas por algún sitio de la ciudad para disfrutar de tapas típicas españolas.
Iván Muñoz