El Consistorio de Formentera ha presentado tres alegaciones al Plan de usos y gestión del Parc Natural de ses Salines en las que se indica de forma clara la necesidad de que «dada la importancia y sensibilidad de la unidad ecológica tratada, atendiendo a los imperativos de carácter social y tradicional, sea contemplada en el PRUG la elaboración del Plan de Regulación de los Usos Recreativos, así como los estudios científicos que resulten preceptivos para la correcta implantación, tal y como ya se ha realizado con la elaboración del Plan de Conservación de los Hábitats y las Especies y del Plan de Conservación y Uso del Patrimonio Histórico del Parc Natural de ses Salines».
El primer edil de la isla, Isidor Torres, señaló además que en la segunda alegación presentada por el Consistorio «visto el informe de los Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Formentera sobre el anteproyecto del PRUG del Parc Natural de ses Salines, en relación al artículo 12.5c por el que queda prohibido el uso público en los islotes y farallones por lo que se refiere al desembarco en esas costas y a su frecuentación, y el artículo 15.1, que definiendo las AACC establece también las áreas marinas próximas a la costa o los islotes en los que es habitual el tránsito y aproximación de embarcaciones, se estima que estos artículos generan discrepancia con el artículo 105 en el que se declara el atraque en los islotes como autorizables». En este sentido, Isidor Torres ha explicado que la segunda alegación presentada desde Formentera señala de forma clara la necesidad de que «se remarque la prohibición de atraque en los islotes y farallones para el embarque y desembarque de turistas, estableciendo un régimen restrictivo y controlado de autorizaciones basadas únicamente en finalidades de estudio y educación ambiental».
De esta manera se quiere eliminar la práctica habitual de diversas embarcaciones turísticas que partiendo de Sant Antoni, Eivissa, Santa Eulària y Platja d'en Bossa, desembarcan a diario centenares de turistas en la playa de Illetes a través de una lancha que les lleva a un islote, ya que esta práctica, aparte de sus dudosas medidas de seguridad e inconvenientes para los visitantes, comporta riesgos medio ambientales.