El primer día de trabajo del Cartero Real fue algo más que concurrido ya que decenas y decenas de niños asistieron ayer a Vara de Rey para enviarle su cartita a los Reyes Magos de Oriente.
Una larga fila compuesta por familias se extendía desde la carpa hasta los puestos artesanos a la espera de un turno con el Cartero Real para que los pequeños pudieran contarle qué tan bien se habían portado durante el año y cuáles son los regalos que les haría ilusión recibir este viernes, Día de Reyes.
«He sido un poquito traviesillo y un poquito bueno», contaba el pequeño Matías de siete años, que tenía al menos cuatro regalos escritos en la cartita para entregarle al paje. «Yo he sido bueno; algunas veces sí, algunas veces no», decía también Alejandro, de seis años, que se había limitado a escribir la palabra «consola» en su carta, referente a la consola de Winnie the Pou que espera recibir.
Pero lo cierto es que el Paje fue esperado por los pequeños desde las 17,00 horas con ayuda de los monitores del grupo S'Espurma, que se encargaron de preparar el ambiente con talleres infantiles, en los cuáles los pequeños se habían disfrazado con coronas de cartón, pintado la cara con motivos de animalitos e incluso habían escrito la carta por si no se la habían traído de casa. Antes de subir al escenario para contarle Paje Real sus ilusiones, eran recibidos por sus ayudantes, que les regalaban caramelos.
Para aumentar el ambiente mágico todos los monitores lucían vestimentas doradas estilo oriental que llenaban de color la carpa de festejos. Y ante tal atractivo, los juegos infantiles que estos días entretienen a muchos niños en el paseo, estaban vacíos. No era para menos, porque la ilusión de los pequeños por meter su cartita en el buzón del Cartero Real superaba ayer a cualquier oferta de entretenimiento.
Aquellos que no pudieron enviar su carta en la tarde de ayer tendrán hoy una última oportunidad. La cita volverá a ser a las 18,30 horas en Vara de Rey y allí estará el Cartero Real a la espera de más niños. Los talleres volverán a comenzar a 17,00 horas para que la magia del día previo a la llegada de los Reyes de Oriente comience a contagiar a todos los niños de Eivissa a través de su mensajero especial.