El mito de Hércules, conocido por su fuerza y valor y por sus doce heroicos trabajos, inspiró ayer a los niños y jóvenes de Sant Antoni que se apuntaron a una original prueba. Debían superar, al igual que este personaje mitológico, doce pruebas de ingenio y destreza para poder aspirar a uno de los 30 premios. Un galardón secreto, del que los chicos no conocerán nada hasta la fecha en la que se realicen las «48 horas sin rastro», que es como se llama el premio que consiguieron los participantes.
Las pruebas rezumaban imaginación. Por ejemplo, la titulada «fe ciega», en la que los chicos debían encestar una pelota de básquet con los ojos vendados. Las carreras de sacos eran la «maratón», el hockey con escobas era la «noche de brujas» y otra prueba llevaba por nombre «sansón» y consistía en estirar cuerdas.
Uno de los juegos más curiosos se llamaba la «isla del placer hipnotizador» y en ella los chicos debían probar manzanas y cebollas recubiertas de chocolate. Evidentemente, pillar la cebolla contaba como fallo.
Durante toda la tarde decenas de niños y jóvenes pasaron por el Passeig de Ses Fonts, donde se estaba realizando esta especie de ginkana de juegos, que llevaba por título «Les 12 proves d'Hércules». Los organizadores, sin embargo, esperaban más asistencia de chicos mayores de 13 años, a los que, en principio, iba destinada la iniciativa. Según explicaba ayer por la tarde Rosa, una de las monitoras de la asociación juvenil S'Estel, que organizaba esta actividad incluida en el programa de fiestas de Sant Antoni, «se trata de que los chavales tengan ganas de jugar».
Los actos continuaron ayer por la tarde con una torrada popular en la carpa, con la actuación del grupo de baile Passion Dance Cabaret Show, y con un concierto musical. C. R.