Ellas son Elio Benedetto, Eva Hrabovská y Andzela Garnelyte. Tres modelos con varios años de experiencia en la profesión y que han participado en innumerables desfiles y sesiones de fotos en sus países de origen y también en Eivissa. Esta noche, junto a otras dos modelos pitiusas, cuatro nacionales y seis internacionales, mostrarán los diseños de los nueve creadores de Baleares que se presentan al II Concurso de Jóvenes Diseñadores, un certamen que se celebrará esta medianoche en la discoteca El Divino.
Las tres se muestran muy ilusionadas por poder desfilar vestidas por nuevos talentos, todavía por descubrir. A Elio, de procedencia uruguaya, figura estilizada y 29 años de edad, le hace especial ilusión, porque además de modelo es diseñadora. «Me encanta que se les den oportunidades a los que empiezan; todavía no les conozco, pero tengo ganas de hablar con ellos», explica esta belleza sudamericana, que lleva ya 11 años trabajando como modelo, también en su país. Desde hace algún tiempo vive en la isla, y ya ha participado en la pasarela de la moda Adlib y en otros eventos. «Hay trabajo esporádicamente en la isla, y muchas veces también me llaman de la península para trabajos puntuales», explica Elio.
Otra de las modelos es Andzela, de 30 años, procedencia lituana y nacionalidad holandesa. Desde hace tres años reside en Eivissa también en invierno, a donde al principio sólo se trasladaba por empleos de temporada. Últimamente ha comenzado trabajar de modelo en la isla, profesión que había ejercido durante años en Holanda. Rubia y de ojos azules, asegura que está ilusionada por el desfile de esta noche, además de por los modelos de los jóvenes diseñadores que va a mostrar, por la forma en la que la van a peinar y maquillar, que irá en consonancia con el atuendo. Andzela todavía recuerda su participación en el show de estilismo y maquillaje que realizó la firma Christian Dior antes del verano en la isla, en la que cuando se miró al espejo no se reconocía.
La tercera de las chicas es Eva Hrabovskà, de 26 años. Pese a su impronunciable apellido, que procede de la República Checa, habla bien español. Se dedica a pasar modelitos desde los quince años. Trabajó durante un tiempo en su país, luego se trasladó a Barcelona y ahora dice que «el destino» la ha llevado a la isla, después de estudiar Turismo en la Ciudad condal. Tiene ganas de participar en el desfile porque asegura que le gusta mucho la ropa que hacen los jóvenes: «Tienen más fantasía y los modelos son más exagerados», defiende.C. Roig