El presidente del Consell, Pere Palau, junto a la consellera de Vías y Obras, Stella Matutes, otros miembros de la institución insular y los alcaldes de los Ayuntamientos de Sant Antoni y Santa Eulària participaron ayer en el acto de colocación de la primera piedra del proyecto de mejora de la carretera de Sant Rafel a Santa Eulària, que estará terminado, según las previsiones, en diciembre de este año. La actuación, adjudicada a la empresa Vías y Construcciones, contempla la ampliación de los dos carriles de 3 a 3,5 metros de anchura y dos arcenes a cada lado de 1,5 metros , además de la colocación de señalización y la mejora de algunas curvas peligrosas. Asimismo, detalló Palau, el proyecto prevé la construcción de una glorieta con objeto de mejorar la fluidez en la intersección con el camino viejo de Puig d'en Valls. El proyecto, con un coste de 7.591.295 euros, abarca una longitud de 7.430 metros.
Los alcaldes Vicent Guasch y Jose Sala destacaron la necesidad de esta mejora en una vía que tiene mucho tráfico.
Por su parte, Pere Palau destacó la colaboración de las administraciones municipales y de forma especial la de las 130 personas afectadas por el proyecto, que, contempla, detalló, expropiaciones e incluso el derribo de una casa. «Todos los afectados han firmado voluntariamente las actas de ocupación y todos han entendido que el interés general estaba por encima del particular», subrayó el presidente del Consell.