El colegio Nuestra Señora de la Consolación celebró ayer el 95 aniversario de su fundación con una fiesta intercultural de puertas abiertas para padres y alumnos.
Actuaciones de capoeira, cuentacuentos para los niños de educación infantil y una demostración de 'Pandango de la luz', un baile típico filipino, fueron los atractivos de esta fiesta organizada por el APA.
Una larga mesa de llena de pastelería típica ibicenca, y también de sabores dulces y salados de otros países del mundo completó el intercambio de culturas por el que caracterizó al encuentro.
De esta forma, junto a las bandejas con flaó, coca y ensaiamada, se ofrecían también alfajores argentinos de maizena con dulce de leche, empanadillas inglesas llamadas 'Cornish Pasties', helados de Colombia, espumilla de Ecuador, hecha con clara de huevo y naranjilla, pasteles italianos, franceses, y turrón de Perú, entre otros dulces típicos de distintas tradiciones. Todos ellos se vendían por un euro y la recaudación estará destinada a una guardería de los suburbios de Trujillo (Perú).
«Queremos educar de verdad en la interculturalidad y en la solidaridad», señalaba la directora, sor Antonia Tur, mientras registraba los festejos del patio del colegio con una cámara de vídeo.
«Hasta hace cinco años, los únicos alumnos extranjeros que estudiaban en la Consolación eran europeos», señaló sor Antonia, por el hecho de que, desde entonces, se han sumado alumnos de al menos 12 países latinoamericanos así como también de Rumania y Marruecos.
La colaboración que ofrecieron tanto los padres, como las pastelerías, y los encargados de las actuaciones, se completó con unamuestra de artesanía típica ibicenca de la Asociación Es Retorn.
En sus inicios, la Consolación era un colegio sólo femenino. Hoy suma 700 alumnos de infantil y de primaria entre niños ibicencos y alumnos de otras 16 nacionalidades. Luciana Aversa