Toni Planells Malalt, rodeado por un centenar de personas y por su socio, José Guasch, calificó ayer la actuación de la Guardia Civil como un acto de «provocación y fuerza» por el que se han sentido «insultados»: «Nosotros nos sentimos propietarios de los terrenos que han invadido esta mañana (por ayer)», señaló Planells, que criticó también que el procedimiento de expropiación «no ha sido legal».
El propietario de la finca, que ayer vio como una máquina arrasaba parte de su invernadero, destacó que en las próximos días seguirán permaneciendo en el terreno para protegerla: «Cada vez que vengan las máquinas nos encontrarán aquí. Si no viene con la Guardia Civil, no la dejaremos trabajar porque esto sigue siendo nuestra casa», apuntó entre aplausos de la gente que se concentró por la tarde en el terreno.
En relación a la entrada de la máquina, Malalt señaló que en ningún caso se ha realizado un acta previa ni tampoco la notificación correspondiente: «La Administración necesitaba un permiso judicial, porque se trata de mi casa y lo que han hecho se llama allanamiento de morada», explicó entre indignación al observar todas sus plantaciones arrasadas. Por ello, tanto Planells como Guasch indicaron que en los próximos días se pedirán responsabilidades a todos los que corresponda. Asimismo criticó que la Guardia Civil y la fuerza pública está amparando «una situación totalmente ilegal», ante los hechos ocurridos ayer por la mañana.
El afectado también animó a todos los ciudadanos de Eivissa a seguir luchando «para evitar que estas irregularidades sigan adelante», apuntó: «Si el pueblo de Eivissa no quiere que se hagan estas barbaridades, no se harán», señaló Toni Planells.