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C.A./M. A.
Los antiautopistas volvieron ayer a paralizar el paso de las
máquinas por dos fincas situadas en la carretera de Sant
Antoni-Eivissa. Un grupo reducido de antiautopistas paralizó el
trabajo de una máquina excavadora en la finca es Pou de S'Arabins
de Joan Cardona, que presentó alegaciones al proyecto y no firmó en
su día el acta de ocupación. «Lo han ocupado a traición», se
lamentaba ayer uno de los integrantes de la Plataforma ya que
Cardona se encuentra fuera de la isla.
Este no ha sido el único miembro de la familia afectada por las expropiaciones. Su hermana Esperanza es propietaria de otra finca en la que entraron el viernes las máquinas. Ayer por la mañana se desplazó al cuartel de la Guardia Civil de Sant Antoni para denunciar por allanamiento de morada de su propiedad y fue allí cuando se enteró de que las máquinas entraron a la finca de su hermana.
La Guardia Civil se desplazó a la finca ocupada tras recibir un aviso de la constructora por la paralización de los trabajos y pidió la documentación a la decena de personas, entre ellas la familia del propietario, que estaba en la zona. Los antiautopistas y la familia pidieron a las Fuerzas de Seguridad que levantaran un atestado, a lo que se negaron.
Media hora después, los antiautopistas se dirigieron a la finca de Can Musson para paralizar, por segunda vez, los trabajos de otra máquina. Neus Planells, la propietaria, también ausente, heredó los terrenos de su padre fallecido hace 12 años. La notificación de la ocupación iba a nombre de su padre. Aunque en principio las máquinas pararon, más tarde se reanudaron los trabajos en can Musson. Unas cuarenta antiautopistas y familiares de la propietaria se desplazaron hasta allí aunque esta vez no trataron de paralizar las obras.