Un menor de 16 años denunció ayer a la empresa de seguridad privada Trablisa por lesiones, amenazas y detención ilegal, hechos que sucedieron, según relató a este periódico, a las 6,40 horas de la mañana de ayer.
El menor de edad relató que se dirigía por fuera del vallado de las obras junto a un amigo a la finca de Can Malalt, como otras mañanas, y se percató de que un vehículo con dos agentes de seguridad lo perseguían. Los muchachos salieron a la carrera logrando uno de ellos escapar, mientras que el otro, por el contrario, fue alcanzado por los trabajadores de Trablisa, que lo tiraron al suelo y le propinaron varios golpes en un costado, según la versión del menor, aún atemorizado una hora después de que ocurriesen los hechos. Una vez apresado, los trabajadores lo redujeron en el suelo colocándole las esposas, a pesar de las peticiones del menor que en esos momentos sufría un ataque de asma. Una vez que llegó una patrulla de la Guardia Civil, que identificó al menor, éste quedó en libertad. A última hora de la tarde, la madre del muchacho presentó una denuncia contra la empresa de seguridad adjuntando el parte de lesiones en el que figura la existencia de «huellas apreciables en las muñecas por el uso de las esposas».
Aún con la vestimenta y la mochila llena de barro, por haber sido tirado al suelo, el menor relató a este periódico que los trabajadores le aseguraron que «si corría era porque había hecho algo malo».
El representante sindical de Trablisa, José Manuel Bermúdez, apuntó que según la versión de uno de los trabajadores, los muchachos se encontraban dentro del vallado muy cerca de las excavadoras. Según la empresa, los hechos ocurrieron a las 6,20 horas y redujeron al menor al no responder al alto de los empleados de seguridad y llevar mochilas, que luego comprobaron que portaban libros y ropa. Bermúdez corroboró que el menor estuvo esposado hasta la llegada del menor.