C. ALCÀNTARA
Las asociaciones de personas discapacitadas de las Pitiüses adquirieron ayer protagonismo en la colocación de la primera piedra de la residencia y centro de día para personas con discapacidad y con enfermedades mentales de Sant Jordi. Los representantes de ocho asociaciones participaron en el acto simbólico, que dio el pistoletazo de salida al inicio de estas obras.
El plazo de ejecución de las obras es de 10 meses con lo que se espera que esté acabada en marzo de 2007. El importe de la adjudicación de las obras asciende a 5,7 millones de euros y la inversión total prevista es de nueve millones. La residencia y centro de día dispondrá de 96 plazas para personas con discapacidad y 70 para enfermos mentales.
En el discurso institucional, tanto el presidente del Consell, Pere Palau, como la consellera de Presidència, Rosa Puig, aseguraron que pedirán a la empresa adjudicataria de las obras, FCC Construcción, a que cumpla los plazos previstos. «Pedimos a la empresa que no pare y cumpla los plazos», dijo Puig. La consellera destacó que esta infraestructura es fruto de «una colaboración entre Ayuntamiento, Consell y Govern» y señaló que esta primera piedra es de un proyecto «para las personas que lo necesitan» y pidió a las familias «que tengan la confianza y la seguridad de que sus familiares estarán bien atendidos».