Qué tienen los pájaros que le gustan tanto?
-En el momento en que te sientes atraído por la naturaleza lo más sencillo dentro del mundo animal son los pájaros. Hay muchas guías y es más fácil encontrar compañeros que quieran compartir la afición los fines de semana. También me gusta hacer otras cosas, como leer, aunque suelo centrarme en revistas o libros sobre naturaleza. Y antes también me gustaba salir de fiesta, pero ya no. Supongo que con el tiempo se cura esa afición.
-¿Y es usted un ecologista modelo? En casa, ¿recicla y esas cosas?
-Modelo, modelo, no; pero sí que intentamos reciclar, reducir el gasto de agua, consumir producto local y no tenemos aire acondicionado. Intentamos hacer lo que podemos.
-¿Y qué haría si heredase un hotel en primera línea de playa?
-Depende. A nosotros siempre se nos acusa de radicales y en realidad no se tiene por qué. Seguramente intentaría hacer lo mismo que está haciendo la dirección del hotel Playa Real. Ya que hay una oferta hotelera, que ésta sea respetuosa al máximo; ellos son un ejemplo de lo que se puede hacer para mejorar la sostenibilidad. Otros no lo hacen. Por ejemplo, si me quedase el Club Med haría mucho para recuperar las dunas de esa zona, que tienen más valor de lo que parece y que cada año están un poquito peor.
-Esto de llevar tan a menudo la camiseta antiautopista, ¿es porque le gustan las camisetas con mensaje?
-(Risas) Tengo tres camisetas antiautopista. Las llevo mucho, pero porque pienso que hay que hacerlo.
-Si le eligieran presidente del Consell, ¿qué es lo primero que haría?
-No ocurriría, porque nunca entraré en ninguna lista. Alguna gente siempre tiene que estar fuera para que, mande quien mande, se pueda hacer presión para intentar llevar esta isla en otra dirección.
-¿Pero si pasara?
-Lo primero sería hacer un Plan Territorial diferente. Por lo menos las cosas no irían a peor.
-¿Cenaría con Stella Matutes?
-Sí, claro. De hecho, con ella tengo buena relación. La conocía de antes de que entrara en política, porque jugaba a tenis. Desde que es consellera sólo hemos mantenido una reunión oficial y fue cordial y divertida, nos lo pasamos bien. Ahora no sé cómo sería, porque hay más tensión con las carreteras.
-Y si fuera a cenar ahora con ella, ¿le diría cuatro cosas?
-Seguro que hablaríamos de carreteras. Le recordaría una cosa. Y es que antes de que ella se presentase en la lista al Consell nos encontramos un día de fiesta y me comentó : «Me han ofrecido esto, no sé qué hacer». Lo que le diría, y lo he pensado muchas veces, es que me arrepiento de no haberle dicho que no entrase en política. Porque ahora se ha ganado muchas enemistades. Se ha colocado en un cargo, el de carreteras, sin saber lo que hacía; ella era inocente en política. Me arrepiento, porque me cae muy bien y no se merece que la insulten por la calle. Si no hubiese aceptado, ahora sería mil veces más feliz.
-¿Cómo ve el futuro de Eivissa?
-Lo veo gris, porque no puedo verlo negro. A nosotros siempre nos dicen «queréis que volvamos a comer algarrobas». Y yo digo que si sigue así, muchos ibicencos se irán y los que nos quedemos tendremos que comer algarrobas y no será culpa de los que piensan como yo.
-¿Es cansado ser ecologista?
-No, nos comunicamos por e-mail y hay momentos en que nos reímos bastante. Y la gente casi no me ha hecho 'putadas', como a Mariano Marí, al que sí que le han reventado ruedas o roto cristales. No tengo demasiados disgustos.
Claudia Roig