Las puertas de 'La Revista' se cerraron ayer tras dos años en los que profesores, padres y alumnos han luchado por mantenerla en pie.
Su directora, Àngela Rodríguez, mostró su satisfacción ante los buenos momentos vividos desde que recién llegada de Granada empezara en la docencia hace 31 años.
« Esta escuela es mi vida, formábamos una gran familia y es lógica la tristeza, pero, al mismo tiempo, tenemos que estar orgullosos porque hemos luchado con todas nuestras fuerzas desde que la empresa empezó ha reclamar estos terrenos hace ya 17 años. Las circunstancias mandan y no se puede hacer otra cosa», afirmaba con resignación Àngela.
El sabor agridulce también invadió al resto de profesores de la escuela, que no quisieron perderse un momento tan emotivo. «Sólo hace un año que trabajaba aquí pero me ha bastado para darme cuenta de la gran ventaja que llegan a tener estos chicos con respecto a los de otros centros no unitarios. Hay un contacto directo con los niños, con las familias y ésto les enriquece a nivel humano y personal», explicó la profesora de educación infantil Antonia Dos Santos.
El resto de profesores itinerantes compartieron las impresiones de su compañera. Susana, profesora de música; Lina, de inglés; Pep, de educación física, y Mª Carmen, de religión han sido algunos de los encargados de educar a los niños desde que en 1975 abriera sus puertas, en el parque natural de ses Salines.
Algunos trabajadores de Salinera también se mostraron reacios al cierre. «Hace 50 años que vine a esta escuela y por aquí también han pasado mis hijos y mis nietos. No pueden cerrarla y acabar con toda la tradición. He trabajado 11 años para Salinera y no me parece bien que una empresa tan rica se porte así con el pueblo», declaró emocionado Pep Escadell.
La nota de color la pusieron los dos payasos que entretuvieron con juegos y trucos de magia a los nueve alumnos de 'La Revista'.
Más tarde, vieron juntos las fotos que han marcado los 31 años de la escuela.
Para finalizar, su directora cerró la escuela y guardó la llave que tendrá que devolver a su propietaria. Irene Luján.