MONICA GONZALEZ
Los estudiantes que acaban de realizar los exámenes de selectividad para acceder a la universidad el próximo curso deberán tener en cuenta que, en casi todas las universidades, algunos estudios imponen una «nota de corte», y la Universitat balear no es una excepción.
Esta nota la establece el último estudiante que entra, en función del número de plazas; es decir, si se ofertan 80 plazas y el alumno que ocupan la última vacante tiene un 6, esa será la «nota de corte».
Así, cabe la posibilidad de que la calificación final de un estudiante (es decir, la que suma la nota del expediente académico del Bachillerato -el 60%- con la de la prueba de acceso a la universidad -el 40%-) no sea suficiente.
Esa nota de referencia es la razón por la que muchos estudiantes deciden solicitar plaza en los estudios que desean en diversas universidades a la vez, para así tener más oportunidades de lograr entrar en alguna de ellas.
Existen dos razones para que una universidad imponga una «nota de corte» a un determinado estudio, por un lado que esa carrera tenga una gran demanda (por el prestigio de la univesidad o el atractivo de la carrera), imposible de absorber por completo aunque, a priori, no exista una limitación de plazas.Por otro lado puede suceder que aún no siendo la demanda tan alta el número de plazas ofertadas sea reducido. Suele ocurrir con carreras de nueva implantación en una universidad.
El año pasado, por ejemplo, el 65,49 por ciento de los estudiantes obtuvo plaza en los estudios universitarios solicitados en primera opción, en carreras con limitación de plazas, de cara al curso 2005-06 que está a punto de finalizar.