La pillada del año, Vicky Martín Berrocal y Pepe Navarro en es Cavallet. Los personajes que la audiencia más identifica con la isla, Fonsi Nieto y Ariadne Artiles desde su turbulenta boda; Guti y Arantxa de Benito, porque vienen a refugiarse en momentos de crisis, y el incombustible Pocholo, que vende la isla a diestra y siniestra como una marca registrada de factoría propia. Éste es el ránking que etomatero Luis Temprano, al que le queda mucho verano por delante, hace sobre el romance entre Eivissa y la prensa rosa.
Un verano ibicenco que tiene en primera línea y por segundo año consecutivo al programa de corazón por excelencia de Tele 5, que cambió Mallorca por Eivissa y la nombró base de operaciones para ofrecer la temporada de famosos a su audiencia de tres millones de espectadores.
-¿Qué debe tener un reportero de Aquí hay Tomate? ¿Perspicacia, morro, valentía...?
-Lo que tiene que tener es poca vergüenza y mucha psicología, porque siempre nos pintan como que somos muy malos pero creo que en el fondo los famosos nos quieren; a la gente le encanta salir en el Tomate.
-¿Y qué busca el Tomate en la isla?
-El Tomate lo busca todo, todo tipo de famoso. Lo que pasa es que aquí es difícil porque la gente viene buscando tranquilidad, y que no les vean. Por eso también Eivissa es territorio de paparazzis. Es complicado, pero el Tomate siempre encuentra lo que busca.
- Tú vas ganando popularidad cada día. ¿No temes cruzar la frontera de la fama?
-Bueno, la verdad es que te empiezas a poner un poco en la piel del famoso. Pero es una cosa que tampoco te esperas, porque estás haciendo un programa, estás saliendo todos los días y no eres consciente de que lo ve tanta gente, pero son tres millones cada día. Y a mí, desagradar no me desagrada. Si me piden una foto o lo que sea por la calle, bueno, forma parte de mi trabajo y contesto. Pero en determinadas situaciones, como por la noche cuando estoy de juerga con mis amigos, me agobia un poco.
-Porque la gente te reconoce.
- Sí, me pasó en Tenerife, de donde soy. Este verano estábamos en una terraza y de repente vino un montón de gente y me gritaban «Tomate, Tomate», pero bueno, pensaba, si el famoso no soy yo, los famosos son ellos. Pero al fin y al cabo salgo cada día en televisión, entro en los hogares de las personas, y más en un programa como éste, en el que se persigue al famoso, se viven momentos surrealistas y en el que nos metemos en unos follones...
-Un poco el secreto del éxito, el de ser un programa cañero.
-Sí, y también porque es un programa innovador que trabaja mucho con el cebo y con la tensión. Es como una película.
Luciana Aversa