C. R.
Los trabajos de excavación para colocar los cimientos de un tramo soterrado de la autovía al aeropuerto provocaron ayer un corrimiento de tierras que destrozó un camino por el que en ese momento circulaba un camión. El vehículo, que quedó suspendido, tuvo que ser rescatado por una grúa y el operario de una compañía telefónica que viajaba dentro pudo salir de él sin sufrir ningún daño, según el relato de los vecinos de la zona.
«Ha sido un desastre», explicó Pep Guasch, uno de los vecinos, que quedó incomunicado junto con los habitantes de otras tres casas durante buena parte del día, hasta que la empresa constructora de la autovía comenzó a habilitar un acceso alternativo, que invade parte de sus terrenos «no expropiados». Guasch denuncia que toda la zona es muy peligrosa desde hace varios días. «No es la primera vez que se ha desprendido tierra», advierte el vecino, que asegura que cuando las máquinas se ponen a picar para colocar los cimientos «todo tiembla».
Junto con el camino también se han hundido postes de luz y teléfonos y algunas plantas que tenía Guasch, que también lleva sin suministro de agua desde hace meses debido a las obras. «El camión estaba allí con un operario que estaba retirando las líneas telefónicas», añadió Guasch. En la zona se ha excavado un enorme agujero, que es por donde pasará la vía, que mide alrededor de ocho metros y las máquinas están excavando algo más para colocar los cimientos.