B. R.
El candidato de la agrupación socialista balear, Francesc Antich, realizó ayer su primera intervención en las Pitiüses y necesitó poco más de 15 minutos para hacer un repaso exhaustivo al programa electoral del partido. Antich inició su oratoria haciendo una dura crítica a la gestión del Partido Popular en las Pitiüses, destacando la política de infraestructuras: «José Luis [Zapatero], lo que has visto cuando veníamos no es fruto de ningún terremoto; son las autopistas faraónicas del PP. Ya sabíamos que son los líderes del pelotazo del ladrillo y de la destrucción del territorio pero lo que no sabíamos era que fueran capaces de hacer todo esto en contra de la mayoría de los ciudadanos». A estas palabras le siguieron los aplausos de los asistentes y las referencias concretas a algunos de los tramos más polémicos: «En Eivissa sobran caciques que diseñan carreteras con curvas para salvar terrenos propios», haciendo alusión al tramo que afecta a la empresa de Zumos Naturales. Por ello, instó a trabajar con «otro talante». En su discurso, Francesc Antich, apostó por aprobar una reforma laboral para mejorar los derechos de los trabajadores, entre otras: «Los socialistas vamos a gobernar con las manos limpias, escuchando a la gente. Queremos una democracia social en toda regla, sin trampas ni maquillajes».
En el discurso, Antich resaltó la necesidad de crear un gran pacto con todo el sector turístico, porque «están convirtiendo estas islas en un destino de rentabilidad a la baja, en un destino de todo a cien», y para ello reclamó un gran «consenso para afrontar los problemas estructurales». La cohesión social fue otro de los puntos mencionados por el candidato balear con el fin de «crear riqueza sin destruir territorio». La educación también se convirtió en otro de los temas centrales del discurso del candidato balear, que apostó por ofrecer «igualdad de oportunidades a todos los niños, sea cual sea su origen», con el único objetivo, según dijo, para luchar contra el fracaso escolar.