Son muchas las personas que en verano se dedican a los espectáculos de entretenimiento en hoteles y apartamentos. Estos/as profesionales, que tienen espectáculos tan variados como entretenidos, llevan a sus espaldas años de carrera y trabajo que muestran en los escenarios de diferentes complejos turísticos de la isla. Es el caso, por ejemplo, del mago Alexis, que con 13 años descubrió un conocido juego de magia. A partir de entonces, la magia pasó a ser su profesión y, en la actualidad, cuenta con más de 20 años de experiencia. «Mi interés por la magia empezó a los 13 años, cuando conseguí el juego de Magia Borràs», asegura Alexis. Poco a poco comenzaron sus actuaciones en diversos hoteles y apartamentos de las cuales afirma no cansarse nunca, ni siquiera aunque las cosas no salgan del todo bien en alguna actuación: «Si algo no sale tal y como he previsto no me desanimo sino que lucho siempre por mejorar», afirma el mago. Su espectáculo dura aproximadamente una hora, en la que los espectadores pueden disfrutar de diferentes números de ilusionismo, como por ejemplo, separar el tronco de una chica de sus respectivas piernas, o pueden ver aparecer palomas de un libro.
La danza también es muy habitual en las noches de verano. Natalie y Santiago forman un dúo que mezcla los ritmos de la danza del vientre, con el flamenco y los sensuales movimientos del tango. Durante una hora, esta pareja de bailarines muestra una fusión de estas tres danzas. Esta pareja coincide en afirmar que la danza no es sólo una profesión para ellos: «Para mí el flamenco es una forma de vida porque bailo desde los ocho años; respiro flamenco», asegura Santiago. Natalie, por su parte, es bailarina desde los seis años (ahora tiene 26).
La carrera profesional de Raquel comenzó como animadora de hotel. «Estuve 11 años como animadora; aprendes de todo, como por ejemplo, idiomas o cómo es el público», afirma Raquel, que desde hace seis años tiene una importante empresa de animación en Eivissa. En el espectáculo de Raquel se pueden ver imitaciones de cantantes, como por ejemplo, Raffaella Carrá, diferentes números de mímica pero, sobre todo, gags de humor, mucho humor. «Busco que la gente se ría porque lo que hago es básicamente comedia», afirma esta simpática mujer. Con diez cambios de llamativo vestuario durante la hora de duración, Raquel asegura que los elementos visuales tienen una primacía absoluta en su trabajo: «La mayoría de hoteles son internacionales por eso hago cosas muy visuales, para que se entere todo el mundo sin importar su idioma».
María José Real