Canto, fonética, educación corporal, técnica teatral y montaje escénico son algunas de las clases que reciben los alumnos del taller de canto Can Blau en Sant Agustí para los que lo más importante no es triunfar sino vivir haciendo lo que les gusta en un mundo en el que cada vez es más complicado vivir de la música. «Es muy difícil vivir de esto pero el que ama la música siempre acaba encontrando su lugar», expresó un alumno privilegiado del taller, el intérprete y compositor Marcos Llunas hijo del conocido cantante Dyango, quién añadió: «Yo vengo de familia de músicos y lo he tenido muy complicado, pero nunca hay que abandonar se trata de encontrar tu lugar». Por su parte, la presidenta de la Asociació de Cant i Expresió de les Illes Balears, Carina Mora, añadió desde su experiencia: «A la música hay que dedicarle todo porque es insistencia, creencia en sí mismo y ambición irracional por expresar lo que sientes».
Con este taller suman ya tres años que la Asociació de Cant i Expresió organiza estas clases pero, a diferencia de años anteriores en los que el repertorio era libre, para este curso se está haciendo hincapié en áreas de ópera clásica. En este sentido y con motivo del 250 aniversario de Mozart el grupo de alumnos ha preparado las piezas de 'Bastien bastiene' y 'Las bodas de Fígaro' del gran compositor. «Lo que ocurre con el canto clásico es que requiere una exigencia y calidad grandísima, hay que ser buen músico, buen actor y tener años de formación pero también cuenta con un público mucho más fiel que posee grandes conocimientos en la materia y eso reconforta mucho al artista porque entienden mejor tu trabajo», explicó Carina Mora.
Al respecto, Carina aseguró que en nuestro país, a diferencia del resto de Europa, se está viviendo un auge de la música clásica con el consiguiente crecimiento de talleres y escuelas de canto. «El arte y la cultura forman parte de la condición humana. La música es algo que ha existido siempre, por lo que no podríamos vivir sin ella», matizó Carina Mora.
Con respecto al surgimiento de programas de televisión basados en el concurso de jóvenes cantantes como Operación Triunfo ambos coinciden en que se trata de un reality show, pero el futuro como artista se gana fuera de la pequeña pantalla. «Es un programa en el que se les crea muchas expectativas pero la realidad es mucho más difícil, luego tienen que aprender a luchar sin tanto marketing, pero el que lo sabe aprovechar tiene en este programa una buena oportunidad», dijo Marcos Llunas. Irene Luján