La pequeña localidad de Sant Llorenç vivió ayer un emotivo día festivo con el que se puso punto y final a las fiestas patronales.
A las 18,30 horas de la tarde los vecinos de la localidad se reunieron en la iglesia para presenciar una misa solemne en honor a su patrón que oficiaba el párroco, José Ribas.
Posteriormente, se dirigieron hasta la histórica Font de Balàfia donde se reunieron como es tradición para observar el típico ball payès a cargo de la Colla de Balançat.
Al acto también asistieron algunos turistas que movidos por la curiosidad y los sonidos de los tambores y castañuelas que resonaban en el campo se acercaron para observar la celebración.
«Éste es un lugar muy emotivo para nosotros porque hace años era un punto de reunión al que los vecinos venían para coger el agua», expresó la concejala de fiestas, Cati Escandell.
La celebración concluyó con una 'xacota' en la que se cantaron canciones típicas de la isla.
Además, el Ayuntamiento y la comisión de fiestas se ofrecieron bunyuelos y vino de la tierra para los asistentes. I. L.