M.A.
La asociación de vecinos y comerciantes del puerto de Eivissa se queja del trato discriminatorio que sufre esta zona emblemática de la ciudad por parte de las instituciones, especialmente el Ayuntamiento de Eivissa y la Autoritat Portuària, en comparación a otros lugares como el paseo Juan Carlos I, Botafoc o la avenida 8 d'Agost. «Actúan como si quisieran erradicar el turismo de la zona para atraerlo a otros sitios», se queja la agrupación, molesta especialmente con lo estricta que se muestra la Policía Local en el barrio en referencia a la música en los locales de ocio del barrio. Los comerciantes consideran que «si se aplica la ley se tiene que hacer igual para todos para que no haya un agravio comparativo con otras zonas» y reclaman que no se les trate como «si fueran delincuentes». Aseguran que la Policía Local está actuando con pautas diferentes a las que previamente había concretado el sector con el Ayuntamiento de Eivissa. Además, afirman que las denuncias que se hacen por exceso de ruido no se tramitan correctamente porque se lleva a cabo el precinto del equipo de música sin realizar previamente una estudio sonométrico para comprobar los niveles de ruido dentro de los domicilios afectados. Los comerciantes recuerdan que el puerto ya no es una zona residencial sino turística, mientras que un vecino de la zona asegura que «le molesta más el ruido que hacen los barcos que el de los locales».
Pero el tema de la música no es lo único que para ellos pone de manifiesto el desinterés de las instituciones por el puerto, también critican la falta de inversiones. Aseguran que, a pesar de los casi 600.000 euros que genera la zona, «se reinvierte cero en el barrio». Entre otras cosas, se quejan del estado de algunas vías, del embaldosado levantado, de la falta de luz en la calle Garijo y de un servicio de limpieza poco eficaz. El colectivo recuerda que ha sido la primera asociación que ha acudido con un 'stand' a una feria turística y ha presentado en varios eventos de este tipo, como la World Travel Market, un 'dvd' del puerto bajo el lema «Insólita belleza». Ahora se preguntan por qué las instituciones quieren «hundir» un producto como el puerto, que atrae tanto turismo.
Los comerciantes del puerto se quejan de las repercusiones del caos circulatorio, la falta de aparcamiento, y la colocación de las vallas en el puerto.