C. ALCÀNTARA
La Oficina de Defensa de los Derechos del Menor ha registrado diez actuaciones que dieron lugar a 14 situaciones y se incoaron tres expedientes a lo largo del año pasado. El número de actuaciones ha aumentado respecto al año anteriores en el que se contabilizaron seis y el mismo número de expedientes. Sin embargo, la proporción de actuaciones realizadas sigue siendo muy pequeña en las Pitiüses ya que en el informe el año pasado recoge que en Balears se registraron 295 que dieron lugar a analizar y a atender 462 situaciones e incoar 153 expedientes, la mayoría de ellos en Mallorca.
En cuanto a las situaciones atendidas en integración social y protección jurídica, cuatro corresponden a figuras jurídicas de protección y dos a información, orientación y asesoramiento. Respecto a educación y cultura, se registró un caso relacionado con información y asesoramiento.
La salud es otro de los motivos que ha motivado las consultas a la Oficina de la Defensa de los Derechos del Menor al registrar cuatro situaciones, dos sobre orientación y asesoramiento, una relacionada con hábitos y conductas nocivas y otra acerca de la atención sanitaria. En cuanto a funcionamiento, se han atendido tres situaciones, dos de ellas sobre información y orientación y la tercera sobre entidades privadas.
Por municipios, siete de ellas corresponden a Vila y una a Sant Francesc de Formentera. El tipo de demandas ha sido de información (4), quejas (3), colaboración (2) y una denuncia.
Las conclusiones de la Oficina del Menor de Balears recogen que, en el caso de la integración social y protección del menor, las quejas y las consultas son, sobre todo, relacionadas con la problemática que plantean los padres, derivadas de la conflictividad matrimonial o de la pareja en el ejercicio de la patria potestad cuando se atribuye judicialmente a una de ellas, concretamente el incumplimiento del régimen de visitas o de las estancias acordados por resolución judicial. Ante esta situación se recomienda que se tomen las medidas oportunas para que los niños no sean víctimas de la discriminación o del castigo de sus progenitores.Respecto a la salud, las conclusiones de la memoria realizada por la oficina recogen que la atención especializada en el área de salud mental infanto juvenil sigue siendo una asignatura pendiente.